Anil Taneja
18 de mayo de 2020
El Covid-19 ha devastado la economía mundial, ha dado la vuelta a la vida de miles de millones de personas y ha desgarrado negocios de todo tipo.
También ha llevado a la aceleración de la digitalización de la industria de la piedra natural, tradicionalmente conservadora y resistentes a cambios de cualquier tipo. El cierre forzoso ha provocado que algunas tecnologías, nuevas o ya existentes, se hayan vuelto tan populares y de uso común en pocas semanas, que cualquiera pensaría que llevamos años utilizándolas. La mayoría de la gente ni siquiera tenía conocimiento de estas posibilidades a comienzos del mes de marzo de este año 2020, momento en que el cierre forzoso pasó a ser la norma, más que la excepción.
El cambio más evidente de todos está en el uso de la plataforma Zoom. De repente, Zoom se ha convertido en el medio de comunicación favorito, casi tan popular como WhatsApp, tal vez incluso más. Los empresarios, especialmente los que venden a clientes situados en ciudades diferentes a la suya o los que son exportadores, a menudo pasan todo el día haciendo video conferencias con clientes y proveedores a través de la plataforma Zoom desde la comodidad (suponemos) de sus casas. La gente de ventas se ha dado cuenta de repente de que no tienen que coger el primer vuelo del día siguiente hacia un país lejano para encontrarse con sus clientes y cerrar ofertas o conducir negociaciones complejas. Resulta un poco desconcertante ver que las personas con las que sólo se tiene una relación de negocio pueden entrar en la privacidad de tu casa, pero la gente se está adaptando rápidamente y colocando todo tipo de pantallas detrás de ellos cuando están en línea. (Poco a poco, también se va consiguiendo encontrar el ángulo adecuado de la cámara; durante el primer mes, todos centrábamos la atención en la barbilla, a veces sin afeitar, del interlocutor y en cómo nos veíamos a nosotros mismos).
Zoom también ha llevado a un auge de los seminarios en vídeo y la palabra “webinar” se ha vuelto común. Hace sólo unos pocos meses, organizar un seminario con presencia física de participantes requería un enorme esfuerzo en tiempo y costes, y mucha gente tenía que sufrir atascos de tráfico para llegar al lugar de celebración. Había que dedicar al medio media jornada sólo para este propósito. De repente, los vídeoseminarios pueden organizarse de un plumazo, y, por ahora, aún con la poca experiencia, vemos que la asistencia a este tipo de seminarios es mayor que la de los encuentros tradicionales. (¡No se sabe cuánta gente acude a estos seminarios virtuales en bermudas!). La Asociación India de la Piedra, FIGSI, parece haber adoptado esta iniciativa de forma entusiasta y está organizando seminarios semanales, aparte de que está llevando a cabo sus reuniones ejecutivas con frecuencia sin necesidad de que la gente tenga que volar de una ciudad a otra. También lo hace el Centro para el Desarrollo de la Piedra (CDOS) en la ciudad india de Jaipur, en el estado de Rajastán. Otras asociaciones han entrado también en esta dinámica. La Asociación Mundial de la Piedra Natural, WONASA, ha realizado sesiones de lluvia de ideas entre sus miembros, así como webinars. También la asociación NSI de Estados Unidos. Y seguramente habrá muchos más eventos de los que no tenemos noticia.
Una iniciativa muy interesante y altamente deseable que ha despegado durante el cierre forzoso y que generalmente es muy difícil de implementar es la de llegar por esta vía a diseñadores y arquitectos. Captar la atención de 50 diseñadores de interior y arquitectos durante unos minutos, siempre ha sido uno de los retos más difíciles a los que la industria de la piedra natural se ha enfrentado. Sólo podemos hacer una estimación de los enormes costes y esfuerzos empleados durante décadas para llegar a este grupo de profesionales tan esquivo. Forzados por el confinamiento a trabajar en casa, algunas empresas de piedra han organizado individualmente seminarios para llegar a los especificadores. A comienzos de mayo, Vitoria Stone y Granos, dos empresas de Brasil, organizaron webinars en la plataforma Zoom, dirigidos a una audiencia formada por arquitectos de Brasil.
Sin embargo, con la gente ya quejándose de un exceso de seminarios y videoconferencias vía Zoom o Microsoft Teams, no está claro si una vez que se pueda de nuevo circular con normalidad y se vuelva a la rutina habitual, la asistencia a este tipo de eventos sea razonablemente buena. Esta ventana de oportunidades puede cerrarse muy pronto a medida que deje de ser una novedad y la gente se sature.
Era inevitable que pronto alguien organizara una feria digital. La primera Smart Fair se ha organizado para los días 27 a 29 de mayo. Es fácil imaginar que los tradicionales organizadores de ferias de la piedra entrarán en acción pronto. De hecho, los organizadores de la feria de Xiamen (China) ya han planeado una feria digital para junio.
Los seminarios técnicos de los fabricantes de maquinaria son otra nueva iniciativa o, al menos, algo que está empezando a ser más conocido. ¿No podemos ir a una feria a observar con nuestros propios ojos cómo trabaja una máquina y cuáles son sus prestaciones?. Este problema está siendo resuelto por algunos fabricantes de maquinaria.
La inspección digital también ha comenzado a crecer a una velocidad inimaginable hace sólo tres meses. Con los bloques ya extraídos de cantera y la imposibilidad de que los inspectores vuelen desde China, Europa o cualquier otro lugar para inspeccionarlos y marcarlos, en los casos en los que hay una relación de confianza establecida entre comprador y vendedor, la autoinspección se ha convertido en una nueva alternativa.
El mismo fenómeno se está dando en las fábricas elaboradoras de piedra. En los casos en lo que ha habido una larga y permanente relación entre comprador y suministrador de piedra, y la planta elaboradora tiene una reputación de fiabilidad, las autoinspecciones han hecho que las cosas funcionen con más rapidez. Cuando se trata de material de primera calidad, el comprador generalmente confía en la fábrica. Las cosas se complican cuando las tablas o baldosas no son exactamente como el comprador las quería (después de todo, estamos tratando con un material natural), la aceptación y el precio generalmente están sujetas a negociaciones. Lo más probable es que este asunto pueda también sortearse pronto, aunque pasando más tiempo negociando precios a través de videoconferencias y mostrando a la cámara primeros planos de los materiales.
Los almacenistas también han entrado en acción. Muchos almacenistas de hecho habían digitalizado sus stocks hace mucho tiempo, especialmente los almacenes grandes, pero también hay otros muchos almacenistas de menor tamaño para los que la venta de cada tabla está sujeta a negociaciones personales y a menudo exhaustivas. Los dueños de almacenes pequeños se están dando cuenta de que este tipo de hacer negocio los pone a ellos en desventaja.
Todavía estamos en los comienzos del proceso de digitalización, en este momento el objetivo principal de todo el mundo es sobrevivir. Pero podemos estar seguros de que dentro de un año o un poco más tarde, cuando, esperemos, se haya calmado todo, el día a día de los negocios se llevará de una forma totalmente diferente. No hay sustituto de las conexiones personales y de las relaciones humanas. Las ferias tradicionales volverán, y también los viajes de negocios. La necesidad humana de interactuar y vincularse con las demás personas es demasiado fuerte. Pero, para alivio de muchos vendedores, esta situación les permite pasar más tiempo en casa con sus familias.