La industria de la piedra en Portugal en 2022 - Aspectos destacados

1. La industria portuguesa de la piedra natural en 2022 sigue manteniendo su dinamismo, la ralentización sufrida durante la pandemia parece haber sido sólo una pausa.

2. Un fenómeno curioso, observado por los vendedores que trabajan en ambos países de la península ibérica, es que la nueva inversión en maquinaria en Portugal, en los últimos años, sigue siendo mayor que la de su vecina España, un país con 4 veces más población (10,3 millones frente a unos 46 millones de personas en 2021).

3.La inversión en maquinaria se está produciendo especialmente en máquinas CNC, monohilo y multihilo. Las cifras exactas de las máquinas multihilo son difíciles de obtener, pero habría más de 50 instaladas en Portugal. Muchas de las máquinas CNC son fabricadas por empresas portuguesas. También se está invirtiendo en procesos de automatización.

4. En cuanto a la demanda local, se está construyendo mucho en la capital, Lisboa, especialmente en el segmento de la renovación de viviendas construidas hace décadas. Lisboa se construyó en gran medida con la piedra caliza local Amarello Lioz, extraída en Pero Pinheiro. Esta caliza, que se presenta en las variedades rojo/amarillo/crema, tiene una baja absorción, lo que la hace perfecta para los exteriores de una ciudad con mucha humedad como Lisboa, que está al lado del Atlántico. Esta caliza está siendo muy utilizada en Lisboa, especialmente en fachadas.

5. La apertura de canteras de piedra se ha vuelto cada vez más difícil en Portugal en los últimos tiempos. Muchas canteras y fábricas situadas en Vila Viçosa están actualmente cerradas. (Vila Viçosa es el lugar de origen del Rosa Portugués. Las canteras de piedra de Estremoz también están afectadas).

6. El Rosa Portugués está de moda hoy en día, pero el material que sale ahora de las canteras, comparado con el que se obtenía hace dos décadas tiene vetas menos densas. La mayor parte de la elaboración se realiza en el propio Portugal, pero también se exportan bloques a China y, cada vez más, a la India, que se perfila como un mercado importante.

7. Aunque en Portugal se pueden encontrar piedras de todo el mundo, la que más se importa es el granito Negro Zimbabue. También es popular el Negro Angola. Ambos granitos se reexportan mayoritariamente a otros países de la UE tras su transformación, especialmente a Francia.

8. La industria portuguesa del granito es, en la actualidad, junto con las fábricas de elaboración de granito de Galicia (España), uno de los principales proveedores de granito de espesor utilizado en las obras públicas de Europa Occidental y Central. Ambos países han sustituido a los proveedores chinos, en gran parte debido a los altos costes de envío. El hecho de que casi todos los propietarios de las fábricas de transformación tengan también sus propias canteras en las cercanías hace que las empresas portuguesas sean formidables competidores en este segmento de la industria.

9. Las exportaciones portuguesas en 2021 alcanzaron una cifra de 435 millones de euros, según el organismo portugués Instituto Nacional de Estadística (INE). Los principales destinos fueron: China (90 millones de euros), Francia (80 millones de euros), España (44 millones de euros), Alemania (30 millones de euros) y Estados Unidos (25 millones de euros).

10. Una gran tradición portuguesa, la de la artesanía en piedra, con énfasis en el diseño en la elaboración, sigue viva, y se utiliza sobre todo en obras de renovación, pero también en nuevos proyectos con piezas especiales. Estas habilidades permiten a las empresas portuguesas ganar y suministrar proyectos complejos en todo el mundo.

11. Quizás el problema más grave al que se enfrenta la industria de la piedra es la grave escasez de trabajadores, tanto en las canteras como en las fábricas. El resultado final es que los trabajadores de países como Brasil, India, Pakistán y Nepal son cada vez más visibles en la industria. La grave falta de mano de obra es también la razón principal por la que se está invirtiendo en maquinaria que automatiza los procesos.

 

 

Nota: Nuestro agradecimiento a Felipe Longarito, Carlos Gómez Taviera, Nuno Abrantes y Rogerio Moutinho por la información y los datos aportados para la elaboración de este artículo.