Plan de Control de Silicosis en las marmolerías: Buenas prácticas desarrolladas en la Asociación de Marmolistas de Asturias

 

Madera J., Carballo Mª., Freijo J., Menéndez P., Fernández E.Mª., Fernández P.

Departamento Técnico, Instituto Nacional de Silicosis

 
 
En los últimos años, el número de silicóticos diagnosticado en las marmolerías ha ido en aumento, constituyendo un grave problema en el sector. El origen del mismo está en la manipulación, especialmente durante los años de elevada actividad en la construcción, de materiales artificiales con un elevado contenido de sílice cristalina respirable (SCR). Estos materiales (denominados aglomerados, compactos, o cerámicos de cuarzo) tienen diferentes composiciones, aunque con frecuencia su contenido en SCR supera ampliamente el 80%. Presentan, en ocasiones, elevados contenidos en cristobalita, variedad de sílice considerada más agresiva que el propio cuarzo. Desgraciadamente, el control del riesgo por exposición a polvo no era práctica extendida. Consecuencia de todo lo anterior, es el hecho de que bastantes casos de la enfermedad sean diagnosticados  en trabajadores con pocos años de exposición, o la existencia de numerosos casos en una misma empresa.
La situación descrita llevó a un grupo de marmolistas de Asturias a constituirse en asociación (ASAMA) y solicitar del Instituto Nacional de Silicosis (INS) la tutela, en base a su experiencia y condición de Centro Nacional de Referencia, de las actuaciones preventivas a desarrollar. De esta forma se firmó entre ambas entidades un acuerdo de colaboración, fruto del cual surge el Plan de Seguimiento y Control de la Silicosis en las Marmolerías de Asturias, desarrollado desde el Departamento Técnico del INS, que se ha concretado en un importante logro preventivo, que aquí se presenta.
 
La adhesión al Plan era voluntaria, y dado su grado de exigencia, puede manifestarse que las 10 empresas que alcanzaron los objetivos fijados en el mismo, han demostrado una verdadera implicación en la prevención del riesgo por exposición a SCR.
 
El plan se desarrolló según las siguientes secuencias y directrices:
 
1º) Revisión en las marmolerías de la exposición de los trabajadores. Se incluyó aquí el Protocolo sanitario de la silicosis, realizado en el INS.
2º) Se facilitó a cada empresario un plan específico -y confidencial- de actuaciones técnicas, asesorando durante su implantación.
3º) De las 22 empresas inicialmente adheridas al Plan, 10 realizaron las actuaciones precisas, de acuerdo con las directrices propuestas desde el INS, alcanzando un nivel de prevención francamente elevado, pasando a integrarse en la denominada "Fase II", que posteriormente se comenta. Aunque inicialmente, se había establecido un plazo de un año para que las empresas accediesen a dicha fase, el D. Técnico del INS fue sensible a solicitud de ampliación de plazo realizada desde ASAMA, ante la gravedad de la crisis económica en que está inmerso el sector. Así, el plan comenzó su andadura en julio de 2011, habiendo accedido a la fase II las últimas empresas en febrero de 2013.
 
 
SOLUCIONES TÉCNICAS ADOPTADAS
 
Habida cuenta de la diversidad de empresas adheridas al Plan, fueron aplicadas múltiples soluciones preventivas, de las que se facilita a continuación información general. Con el fin de enmarcar adecuadamente el tipo de solución adoptada, es preciso distinguir los dos tipos de operaciones realizadas habitualmente en las marmolerías:
 
a) Conformación de materias primas mediante máquinas automáticas o semiautomáticas, que utilizan el agua como refrigerante, como parte indispensable del proceso, con lo que la emisión de polvo se controla en parte por este medio.
 
b) Trabajos de acabado o de terminaciones (tanto en los talleres como en obra), donde las operaciones se realizan de forma manual, utilizando máquinas o herramientas portátiles. En este caso, existen dos tipos de soluciones preventivas, según se basen en captación de polvo, o inyección de agua.
 
Las actuaciones técnicas orientadas a prevención que se llevaron a cabo fueron:
  • Instalación o actualización de la red de aire comprimido
  • Implantación de herramientas neumáticas para trabajo con agua.
  • Instalación o actualización de recogida de aguas.
  • Adecuación de la instalación eléctrica
  • Reubicación de equipamiento existente, y adaptación de puestos de trabajo
 
Complementariamente se llevaron a cabo las siguientes acciones:
  • Entrenamiento en el uso de equipos de protección respiratoria mediante test de ajuste
  • Limpieza en húmedo de las instalaciones
  • Implantación de un plan de mantenimiento de los equipos preventivos instalados
 
De forma general, la elección de unas u otras soluciones técnicas vino determinada por los siguientes aspectos:
  • Tipo de tarea a desarrollar, considerando el contenido en sílice de la materia prima y la ubicación de la tarea (taller, obra, domicilio particular).
  • Instalaciones previas existentes en el taller
  • Coste de las soluciones. El abanico de posibilidades es muy amplio y el coste de las mismas muy diferente, pudiéndose encontrar soluciones a costes asumibles. Como referencia, en el caso de las 10 marmolerías que accedieron a "Fase II", la mediana de la inversión en equipamiento fue de 5300 EUR. La empresa que realizó una menor inversión gastó 1000 EUR, frente a 16.000 EUR de aquella que precisó mayor adecuación.
 
RESULTADOS OBTENIDOS
 
En el gráfico adjunto se resumen los resultados obtenidos, considerando la media de los puestos en cada empresa antes y después de llevar a cabo las correcciones recomendadas desde el INS. Teniendo en cuenta que el valor límite legal para la fracción respirable de cuarzo es 0,1 mg/m3 (para la cristobalita es la mitad), la mejora obtenida es muy importante, máximo teniendo en cuenta que se muestran valores medios, existiendo puestos particulares con exposiciones elevadísimas, hasta 10 veces superiores al límite legal.
 
 
En la tabla se muestra la mejora alcanzada en cuanto a porcentaje de trabajadores que superaban el valor límite, frente a la situación actual en que se puede afirmar que los puestos están controlados.

 

 

 

Cabe destacar que el éxito obtenido no es sólo la reducción "numérica" del riesgo, sino también la consecución de una importante mejora en la integración de la prevención frente al riesgo por exposición a SCR en las empresas, que permite presumir que esta situación perdure en el tiempo.
 
 
  
EL RIESGO BAJO CONTROL: FASE II
 
Esta fase presupone que las empresas incluidas cuentan con una aplicación de buenas prácticas frente al riesgo por exposición a SCR, avalado por el INS. Durante esta fase no serán precisas, normalmente, mayores actuaciones técnicas. Se trata de una etapa de seguimiento, mantenimiento y control de la bondad de la prevención aplicada, orientando a las empresas, al final de la misma, a un grado de excelencia en el control del riesgo. Actualmente se está tramitando el nuevo acuerdo INS-ASAMA para desarrollar esta fase.
Es importante resaltar que los niveles de exposición alcanzados en la actualidad son sumamente bajos (ver gráfico anterior), con lo que, de mantenerse adecuadamente la prevención implantada, ante una eventual reducción en un 50% del valor límite para la sílice cristalina, lo que está planteado para el año 2015, supondría muy poco esfuerzo para las empresas incluidas en esta fase respetar esta exigencia.
 
 
CONCLUSIONES
 
De acuerdo con la experiencia recabada, es posible alcanzar una situación de riesgo bien controlado frente a la silicosis en este sector, sin grandes requerimientos de instalaciones, y logrando una integración real y ejemplar de la prevención en la actividad empresarial. La inversión económica, en condiciones normales, no debería suponer una gran dificultad, si bien dada la coyuntura actual, esa afirmación admitiría matices. Además, se trata de una inversión a largo plazo, puesto que las soluciones adoptadas se amortizarán durante varios años. En todo caso, los niveles de exposición que se alcanzan pueden ser una garantía ante una eventual rebaja del valor límite para la exposición a sílice actualmente vigente.
Por otra parte, cabe destacar que el modelo de actuación llevado a cabo es perfectamente exportable a otros sectores empresariales, con riesgo elevado por exposición a sílice.
 
 
Nota: Las marmolerías implicadas en el Plan y que han accedido a la "Fase II" del mismo son: Comunidad de Herederos de Guzmán Mtnez. Álvarez, Marmogran, S.L., Marmolería Guzmán, S.L., Marmolería Valladares, S.L., Mármoles Bruch, S.L., Mármoles Cachorro, S.L., Mármoles Gijón, S.L., Mármoles J. Enrique e Iván, S.L., Mármoles Nalón, S.L. y Mármoles Paz, S.L.
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